El noviazgo cristiano es una etapa fundamental de una relación entre un hombre y una mujer, donde ambos se conocen y se enamoran con el objetivo final de llegar al matrimonio. Es la preparación previa al matrimonio y una etapa importante donde se debe buscar la guía de Dios en esa relación.
Aunque es una etapa de enamoramiento y felicidad, también trae consigo desafíos y tentaciones por lo que es tan necesario pedir a Dios sabiduría y discernimiento para poder vivirlo de acuerdo a su voluntad.
La Biblia limita las opciones de como elegir a nuestro conyugue a solo aquellos que están en el Señor. La palabra no dice solo a aquellos que van a la iglesia o que dicen ser hijos de Dios, sino más bien a una persona que tenga una relación personal con el Señor y que ame al Señor con todo su corazón, con toda su alma y con toda su mente (Mateo 22:37).
Dios nos da la libertad de casarnos con quien queramos, siempre y cuando estén en el Señor.
1 Corintios 7:39 “La mujer está ligada a su esposo mientras él vive; pero si el esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor”.
Dios no elige a tu cónyuge; el versículo nos dice que “ella queda libre de casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor”.
2 Corintios 6:14 “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué asociación tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? Otra versión dice “No se asocien íntimamente con los que son incrédulos. Acá la palabra se refiere a cualquier relación íntima con un incrédulo, incluyendo matrimonios, noviazgos, amistades intimas y sociedad en los negocios.
Elegir correctamente a tu pareja es sumamente importante ya que la persona con quien vamos a estar nos puede acercar más a Dios o alejarnos de él. En la relación de noviazgo debe haber amor, respeto mutuo, compromiso y fidelidad, santidad, confianza y dependencia de Dios.
Ya que el noviazgo y el enamoramiento suelen ser etapas de alegría y esperanzas hacia el futuro, también es una etapa donde debemos estar equipados de sabiduría y discernimiento para identificar posibles problemas en el matrimonio.
Estas son algunas señales de alerta que podrían indicar que la persona no es la indicada para el matrimonio:
- La relación personal con Dios no es una prioridad para esa persona. La persona debe amar más a Dios de lo que te ama a ti. Si Dios no es la prioridad en su vida, posiblemente habría un yugo desigual. Es esencial que ambos compartan las mismas creencias y valores.
- Sus acciones y palabras no coinciden. Hay un defecto en su carácter si esto ocurre, aunque la persona esté en el Señor. Dicen una cosa y hacen otra. Vemos a alguien que es inmaduro, que le gusta ser admirado por lo que dice, pero no tiene el carácter para poder llevar a cabo lo que dice.
- Tiene amigos íntimos que no están comprometidos con el Señor. Podemos tener amigos que no son cristianos, pero no deberían ser amigos íntimos.
- Hay un comportamiento controlador o manipulador. Esta es la señal de alerta que más se ignora. Cualquier comportamiento de coerción, manipulación o control, sea de forma directa o sutil debe ser tomado seriamente. La persona debe respetar tus decisiones, límites y autonomía.
- No se respeta la pureza y la santidad. Si la persona no tiene intención de esperar hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales, no es la adecuada para el matrimonio.
- La persona no está libre de alguna adicción, pecado habitual o malos hábitos. Una persona que lucha con alguna adicción necesita liberación y disciplina; no necesita una relación. La adicción va a destruir la relación. Cuando hay un hábito de pecado, no vamos a ver la bendición de Dios, sino más bien se convertirá en un campo de batalla.
- Mala administración de las finanzas. Es normal tener desafíos económicos, pero si hay un patrón consistente de malas decisiones financieras o falta de generosidad, esto podría indicar problemas en el matrimonio.
- Evasión de responsabilidad. Si la persona evita ser responsable ante lideres espirituales o mentores, puede indicar problemas en el futuro.
- No hay paz en tu corazón sobre la relación. Una relación que viene de Dios te traerá paz y bendición.
- Tu familia y mentores tienen dudas sobre tu pareja, mientras que tu familia sean personas que amen a Dios.
- Ya estas orando para que Dios cambie a esa persona. Esto indica que hay problemas de carácter o conducta en el noviazgo y es una señal de alerta significativa.
Si identificamos alguna de estas señales de alerta durante el noviazgo, debemos pedirle a Dios sabiduría y buscar el consejo de lideres espirituales mayores. Recordemos que Dios nos trata de proteger y estas señales podrían ser su manera de mostrarnos que la persona no es la indicada para el matrimonio. Si no hay paz en tu corazón sobre esa relación, es posible que el Señor te este diciendo que esperes para la persona correcta.
Dios quiere una relación que lo glorifique a él, que esté alineada a su propósito y que juntos puedan trabajar para avanzar su reino.
Carina Vera