La violencia en el noviazgo adolescente incluye cualquier tipo de maltrato físico, psicológico, emocional, sexual, acoso o vigilancia de cualquier persona entre los 12 y 18 años.  A menudo, es difícil diferenciar entre relaciones saludables y no saludables, por eso como padres tenemos que prestar atención a ciertos comportamientos.        

Señales de advertencia de que un novio podría ser violento:

  • Celos o inseguridad extrema.
  • Presiona para que la relación sea seria rápidamente y no acepta el “no” como respuesta.
  • Desea elegir los amigos y las actividades de su pareja.
  • Denigración o humillaciones constantes; insulta a su pareja.
  • Temperamento explosivo.
  • Controla y ordena.
  • Presiona para tener relaciones sexuales, para tener relaciones sexuales sin protección u obliga a la pareja a hacer otros actos sexuales que no quiere hacer.
  • Aislamiento de familiares y amigos.
  • Se muestra posesivo con su pareja.
  • Culpa a la víctima cuando algo no funciona.
  • Hace acusaciones falsas y tiene cambios de humor erráticos.
  • Llama con frecuencia, envía mensajes instantáneos o usa otros medios para constantemente saber qué hace la pareja.
  • Espía teléfonos celulares, correos electrónicos o redes sociales sin permiso.
  • Golpea, sacude, tira objetos, empuja, muerde o hasta usa un arma.
  • Ignora los sentimientos de su pareja, o insulta sus creencias y valores.

Señales de advertencia de que alguien es víctima de violencia:

  • Cambios repentinos en la forma de vestirse o maquillarse.
  • Moretones, arañazos u otras lesiones.
  • Evita amigos o amigas.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Cambios de personalidad.
  • Sentimientos de ansiedad o depresión; comportamientos de agresividad o enojo.
  • Cambios en los hábitos de comer o dormir, evitar mirar a los ojos, sufrir llanto o ser histérica.
  • Autocríticas y baja autoestima.
  • Se rehúsa a hablar de la relación.
  • Notas reprobatorias en el colegio.
  • Dejar de participar en actividades escolares, deportivas o religiosas.
  • Uso de alcohol o drogas.
  • Embarazo.

La violencia en el noviazgo adolescente se puede prevenir, y el objetivo de la prevención es parar la violencia antes de que comience. Nunca es demasiado temprano para enseñar a respetarse a sí mismo.  Durante la adolescencia, los jóvenes todavía están aprendiendo sobre lo que se necesita para fomentar relaciones positivas y saludables con otras personas. Este es el momento de promover y fomentar relaciones sanas y prevenir un patrón de violencia en las relaciones que podría durar hasta la edad adulta.