Incidencia Política

Redención de la Mujer busca un proyecto de ley del gobierno que defienda a las víctimas y sobrevivientes, sensibilice al público, monitoree la respuesta de las autoridades locales, el sistema judicial y otras agencias estatutarias y hagan rendir cuentas al abordar el abuso doméstico. Algunos de los objetivos son:

  • Establecer y desarrollar relaciones, alianzas estratégicas y puntuales con actores gubernamentales, sociales y privados.
  • Concientizar sobre el impacto devastador del abuso doméstico en las víctimas y sus familias. 
  • Mejorar el sistema judicial para priorizar la seguridad de las víctimas de abuso doméstico y brindar una respuesta efectiva a los maltratadores, como aumentar la severidad de las sentencias.   
  • Destituir a jueces que castigan a las victimas e ignoran o minimizan las denuncias de abuso por mujeres o familias. 
  • Fortalecer el apoyo a las víctimas de abuso por parte de las agencias legales.
  • Establecer leyes que dicten el control coercitivo y el abuso emocional o manipulación mental como delitos penales. 

El delito de manipulación mental es“el hecho de abusar fraudulosamente del estado de ignorancia o de la situación de debilidad de una persona en estado de sujeción psicológica o física, que resulta del ejercicio de presiones graves o reiteradas o bien de técnicas encaminadas a alterar su juicio para llevar dicha persona a cometer un acto o una abstención que le son gravemente perjudiciales”.   En varios países europeos como Francia, Inglaterra, Irlanda y Escocia, el control coercitivo y el abuso emocional ya son delitos penales en los cuales se castiga con hasta cinco años de cárcel. 

Cuando hay control coercitivo, el abusador exige obediencia de la víctima mientras también la despoja de su libertad y autoestima. Para que el comportamiento se caracterice como “control coercitivo”, debe ocurrir durante un período prolongado de tiempo. El control coercitivo incluye violencia física, coerción sexual, humillación, intimidación, degradación, aislamiento, privación, explotación y regulación. Este tipo de manipulación prolongada crea una incapacidad a la mujer para rechazar, resistir o escapar de las demandas del abusador.