La violencia contra la mujer y la violencia doméstica se experimentan de muchas formas, que van desde el abuso físico, psicológico, emocional, económico, sexual y hasta el abuso espiritual.  Toda forma de violencia doméstica constituye un abuso de poder y de confianza.  Cualquiera sea la forma de abuso, la violencia suele causar daños físicos y efectos emocionales a largo plazo.  A continuación, describimos los principales tipos de violencia.

1. Violencia Física

Cualquier acto o acción de fuerza contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad física.  Incluye golpes, quemaduras, empujones, patadas, puñetazos, intentos de estrangulamiento, tirar al piso, tirar contra las paredes, tirones de pelo, mordeduras, tirar objetos, intentos de asesinato, homicidio, intentos de provocar abortos, expulsar del hogar, privar de comida, privar de cuidado médico y/o medicamentos, y heridas de arma.

Violencia Psicológica y Emocional

2. Violencia Psicológica y Emocional

La violencia psicológica es la que causa daño emocional y disminución de la autoestima, perjudica y perturba el pleno desarrollo personal, y busca degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones.  Se manifiesta sistemáticamente mediante la amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, comportamiento degradante o despectivo, retención de comunicación, deshonra, descredito, manipulación o aislamiento social.  Incluye también la culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia o sumisión, coerción verbal, persecución, insulto, indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación a la libertad.

El abuso psicológico y emocional tiene como objetivo la desvalorización de la mujer y a largo plazo deteriora gravemente la estabilidad emocional y destruye la autoestima. 

Algunos ejemplos incluyen:

  • Amenazas de violencia física, muerte, secuestro de los hijos.
  • Intimida a la mujer y a los hijos con gestos de enojo y amenazas; los interroga y grita.
  • Insultos y menosprecios.  Escupir a la cara.
  • Humilla, desprecia y anula a la mujer e hijos.
  • No respeta los derechos ni opiniones, manipula las palabras, no escucha, no responde.
  • Destruye objetos de especial valor sentimental.
  • Culpa a la mujer de todo lo que pasa; redirige la culpabilidad a la pareja.
  • No da explicaciones de nada, ignora y exige obediencia.
  • Induce a la mujer al suicidio o amenaza con suicidarse.
  • Golpea las puertas, paredes y rompe objetos de la casa.
  • Invade la privacidad; revisa las pertenencias, teléfono, computadora, etc.
  • Priva de necesidades básicas (comida, sueño, ropa, médicos, etc).
  • No asume responsabilidades, no colabora con los chicos, no se hace responsable de los gastos de los hijos.
  • No expresa sentimientos, no ofrece apoyo.
  • Manipula y miente.
  • Controla e impide relaciones con amigos y familiares.
  • Aísla a la mujer de su entorno para sostener la captura psicológica y evitar que otros detecten el abuso.
  • Sabotea encuentros familiares.
  • Desaparece sin dar explicación y sin causa aparente o detrás de una discusión.
  • Muestra celos y acusa constantemente de engaños.
  • Se hace la victima fuera de la casa.
  • Abusa del alcohol y/o de las drogas.
3.	Violencia Económica

3. Violencia Económica

Cualquier acto directo o mediante la ley, de privar intencionadamente los recursos para el bienestar físico y psicológico de la mujer y de los hijos.  El abusador usa el dinero para controlar a la mujer y ponerla en completa dependencia financiera.  La considera a la mujer incompetente para administrar dinero.  La violencia económica amenaza y destruye la seguridad económica de los sobrevivientes.  Es común que los maltratadores usen esta violencia para ganar dinero a sus expensas, explotando legalmente a la víctima. 

Algunos ejemplos de abuso económico:

  • Restringe el acceso a las cuentas bancarias o tarjetas de crédito.
  • Destruye bienes materiales de la víctima (auto, casa, computadora, etc.)
  • No te permite trabajar y tener ingresos propios.
  • Obliga a la mujer a trabajar mientras que él se rehúsa a trabajar con excusas que no encuentra trabajo.
  • Controla y maneja el dinero que la mujer gana con su trabajo.
  • Abandono y negligencia.
  • Obliga a justificar con recibos todas las compras.
  • No pasa la cuota alimentaria para los hijos.
  • No cubre necesidades básicas de la persona o niega dinero para necesidades básicas.
  • Falsifica tu firma.
  • Manipula u obliga a la mujer a sacar préstamos a su nombre.
  • Obtiene tarjetas de crédito a nombre de la mujer sin consentimiento.
  • Pide al juez que la víctima le pague una mensualidad, cuota alimentaria y gastos de abogado.

4. Violencia Sexual

La violencia sexual es un acto de fuerza física o psíquica hacia una persona para llevar a cabo una determinada conducta sexual no consentida, en contra de la voluntad de la víctima o cuando la víctima es incapaz de consentir debido a su edad, incapacidad o influencia de droga o alcohol.  Se considera violencia sexual a cualquier forma de acoso, explotación, coerción, abuso o intimidación con independencia de que el agresor guarde, o no, relación conyugal, de pareja, afectiva o de parentesco.

La violencia sexual incluye violación, contacto sexual no deseado, esclavitud, prostitución forzada, comentarios vulgares, trata de mujeres, amenazas de infidelidad, negación de anticonceptivos, aborto forzado, mutilación sexual, embarazar a una persona en contra de su voluntad, presionar a una persona para que tenga relaciones sexuales, difundir rumores sexuales, llamarla a la mujer por nombres sexuales, criticar sexualmente y presionar a la pareja para que se vista de formas sexuales incomodas. La violencia sexual se usa para degradar y humillar a otra persona, forzándola a que haga algún acto sexual en contra de su voluntad para que se sienta como un objeto.  El abuso sexual es la última forma de tomar control del alma y del espíritu de otra persona

5.  Abuso Espiritual

El abuso espiritual consiste en malinterpretar o distorsionar las Santas Escrituras para conseguir poder y control sobre la mujer con la intención de minimizar, negar o dañar el derecho de igualdad de la mujer. 

Algunas maneras en que el abusador lleva a cabo el abuso espiritual son:

  • No permite que la mujer asista a la iglesia o a lugares de adoración. 
  • Usa indebidamente las Santas Escrituras para justificar su autoridad absoluta, abuso y violencia. 
  • Interrumpe o no permite que la mujer estudie la Biblia y ore a Dios.
  • Destruye o no le permite leer la Biblia, libros o materiales de enseñanzas espirituales.
  • Hace acusaciones falsas sobre miembros de la iglesia, pastores o líderes para justificar la restricción a los lugares de adoración o eventos, y contacto con esas personas.   

Estos comportamientos varían, pero todos tienen un efecto en común: la mujer afectada empieza a perder su autoestima, la seguridad en la toma de decisiones y su salud.  Todo su cuerpo, su mente y su alma son afectados hasta llegar al deterioro total en donde el maltratador la usa como un objeto a su total disposición.   

Ignorar o no tomar acción para ayudar a las víctimas es ponerse del lado del abusador.