Guía Pastoral

Roles Bíblicos en el Matrimonio

La palabra de Dios nos guía a poder construir relaciones sanas en el matrimonio y en la familia.  El matrimonio entre el hombre y la mujer fue establecido por Dios como la institución más sagrada.  Como cristianos creemos que el fundamento de la familia es Cristo.  Cristo es la roca de nuestras familias y sin él, el matrimonio y la familia nunca podrán funcionar exitosamente según el diseño de Dios.    

En la creación perfecta de Dios, hay un rol específico para el esposo y para la esposa en el matrimonio.  La Biblia afirma que ante Dios, el hombre y la mujer tienen el mismo valor.  Ambos fueron creados a la imagen y semejanza de Dios, como compañeros iguales con roles distintos.  Gálatas 3:28 “No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.”

¿Qué es lo más lindo del matrimonio? Creo que es la expresión más grande de compañerismo para compartir ideas y opiniones, planear el futuro, tomar decisiones juntos y donde el esposo y la esposa son mejores amigos.  En un matrimonio cristiano debe haber una comunicación abierta y sincera con respeto mutuo y donde los dos llegan a acuerdos convenientes para ambas partes. 

Sabemos que Dios le asignó al esposo un rol de liderazgo en la familia y a la mujer el rol de ser ayuda idónea para el esposo.  Y si logramos seguir el patrón de Cristo y la iglesia dentro del matrimonio vamos a encontrar un liderazgo basado en el amor y respeto al prójimo y en una sumisión al marido de la manera que la iglesia se somete a Jesús.   

Roles del Esposo

Líder / Siervo – de acuerdo a las Santas Escrituras, el esposo debe ser líder y siervo en el matrimonio.  1 Corintios 11:3 “Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.” 

Este liderazgo no debe ser dictatorial, condescendiente, o de superioridad hacia la esposa, sino debe ser de acuerdo con el ejemplo de Cristo dirigiendo a la iglesia.  El líder no es el jefe; no es un hombre dominante, abusivo, intimidante, agresivo, enojado, o violento.  Es un liderazgo de servicio como lo vemos en Jesús.  Un marido que ama a su esposa siempre está dispuesto a servir y a ayudar.

Efesios 5:25 “Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella”.  La palabra de Dios habla de negarse a si mismo y dar su vida por la esposa y la familia. 

Ser el líder es tomar la iniciativa y ser proactivo.  Dios espera que los hombres carguen con la responsabilidad de:

  • Ser el líder espiritual en la familia, orar, estudiar la palabra de Dios y asistir a la iglesia.
  • Ser el proveedor de la familia, asegurarse que las finanzas estén en orden, que las necesidades estén suplidas y que la mujer se sienta segura.  1 Timoteo 5:8 “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”.
  • Tomar la iniciativa en resolver conflictos, pedir perdón y que el hogar sea un lugar seguro donde reina la paz y el amor.  1 Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” 

Amar a su esposa – la necesidad primordial de la mujer es sentirse amada y protegida.  Los maridos deben amar a sus esposas como Cristo ama a la iglesia (Efesios 5:28).  Colosenses 3:19 “Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas.”  Ser cabeza de la esposa constituye una gran responsabilidad en buscar el bienestar integral de la esposa. 

Ser absolutamente fiel a la relación matrimonial Mateo 5:27-28 “Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”. Pero yo digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.”  El adulterio no es solo un acto físico, pero es más bien una cuestión de corazón y fidelidad al pacto matrimonial.  Es mejor no coquetear con el sexo opuesto o pasar tiempo a solas con otra mujer para no llegar a pecar. 

Roles de la Esposa

La mujer debe ser ayuda idónea en el matrimonio.  Genesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”.  Esto implica que la mujer fue creada para ser una compañera y colaboradora adecuada para el hombre.  En el contexto bíblico, no es inferior al hombre, al contrario, es igual ante Dios y tiene el mismo valor.  Pero ella fue creada para cumplir una función específica en la vida del hombre y para ayudarlo en su camino hacia la realización de los planes de Dios. 

El comentarista bíblico Matthew Henry dice lo siguiente acerca de la mujer: 

“Ella fue formada de una costilla de Adán; no fue hecha de su cabeza, como para tener dominio sobre él; ni de sus pies, como para ser pisoteada por él; sino de su costado, para ser igual a él, de debajo de su brazo para ser protegida, y de junto al corazón para ser amada”.  

La idea de ayuda idónea implica un equilibrio y una armonía matrimonial, donde ambos se complementan mutuamente y trabajan juntos para cumplir los planes de Dios.  

Amar y respetar al esposo – en Efesios encontramos que la necesidad primordial del hombre es el respeto.  Efesios 5:33 “En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo y que la esposa respete a su esposo.”  Este respeto implica honra y reconocimiento; se manifiesta a través de la manera en la que ella le habla a su marido, su tono de voz, gestos y modales.  Los hombres se sienten estimulados y fuertes cuando son amados, necesitados y respetados. 

Someterse a su esposo – la esposa debe someterse y honrar al esposo.  Efesios 5:22-23 “Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.  Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo”.  La sumisión de la mujer es una decisión voluntaria, no es algo que el marido le pueda exigir.  La mujer se somete en obediencia a Dios. 

La sumisión de una mujer hacia su marido no debe ser a la fuerza ni a través del control coercitivo, celos, arrebatos de ira, ni nada que no agrede a Dios.  Esta sumisión bíblica no es superioridad o dominación de un marido sobre su esposa, ni tampoco es una obediencia ciega de una esposa a su marido.

La mujer se debe someter en cosas que son correctas, legales y que honran a Dios.  No se puede someter a comportamientos dañinos o a ningún tipo de abuso ya que no es justo, legal, ni honra a Dios. 

Ofrecer apoyo emocional y espiritual – la mujer puede ser una fuente de fortaleza y aliento para su esposo, ayudándolo a mantener su enfoque en Dios en todas las cosas. 

Edificar su casa – primeramente, edificar al esposo y a los hijos, especialmente en el ámbito espiritual.  Proverbios 14:1 “La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba.”  La mujer ofrece sabiduría y perspectiva en las situaciones difíciles para tomar las decisiones juntos.  Ella cuida de su esposo e hijos, y mantiene en orden su casa. 

Ser absolutamente fiel a la relación matrimonial – El adulterio no es solo un acto físico, pero es más bien una cuestión de corazón y fidelidad al pacto matrimonial.

Matrimonio

Al trabajar juntos en armonía, los cónyuges pueden cumplir los propósitos de Dios y experimentar una relación matrimonial satisfactoria, de amor y paz.

Hay un énfasis en la Biblia sobre el amor y el respeto que el marido y la mujer se deben tener mutuamente. Sin estos elementos básicos, un matrimonio se encuentra edificado sobre la arena. Pero el hombre y la mujer que entran en el matrimonio creyendo que es una institución divina, modelada con el mismo patrón que existe entre Cristo y la iglesia, están edificando sobre un fundamento firme.  

La única manera de que el matrimonio funcione exitosamente es que Jesús esté siempre presente entre los dos.  Eclesiastés 4:12 “Si alguno prevalece contra uno, dos le resistirán; y el cordel de tres hilos no se rompe fácilmente”.  El versículo representa la importancia de tener a Dios en el centro de la relación. 

                                                                                                                                   Carina Vera

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