Si bien no existe un único tipo de maltratador, los hombres que ejercen violencia contra la mujer comparten ciertas características en común. Identificar estas características o comportamientos nos puede evitar terminar en una relación de violencia doméstica. A continuación, compartimos algunos de los rasgos más comunes:
- Suele tener una buena imagen pública. Fuera del hogar, el agresor tiende a comportarse en perfecta normalidad y no muestra señales de hostilidad hacia su pareja; muestra ser encantador y afectivo con otros.
- Es encantador al principio de la relación. La mujer siente que encontró a su príncipe azul y el hombre la llena de elogios, adoración y atención. El agresor tiende a querer apurar la relación a un compromiso rápido y al casamiento sin conocerse suficientemente.
- Es narcisista y egocéntrico. El mundo entero gira en torno de él. Es manipulador y nunca reconoce sus errores.
- Tiene una actitud negativa sobre las mujeres y cree que las mujeres son inferiores a los hombres.
- Es controlador y manipulador. El agresor vigila constantemente a la mujer y quiere saber a dónde va y con quien está en todo momento. Hace preguntas con el fin de encontrar contradicciones. Tiene habilidades extraordinarias para manipular a la mujer y a los hijos.
- Es celoso. Acusa a la mujer de coquetear con otros hombres, aunque a menudo él es quien está engañando a su pareja.
- Es posesivo y exigente. Trata de alejar a la mujer de su familia y amigos para privarla de apoyo externo. Ejerce poder y control absoluto mediante la violencia. Le dice todo lo que ella puede o no puede hacer.
- Critica o humilla a la mujer por sus acciones y opiniones. La mujer nunca puede satisfacer al agresor; siempre se siente que da pasos en falso.
- Cree que Dios le dio el derecho de disciplinar a la mujer cuando ella no lo obedece.
- Destruye objetos de valor de la mujer o lastima o mata a su mascota como una forma de castigo.
- Puede tener problemas con el alcohol o las drogas que intensifican su violencia.
- Es común que haya crecido en un hogar abusivo.
- Niega o minimiza su comportamiento abusivo.
- Se siente con derecho a obtener lo que quiere ya que la mujer es solo una posesión suya y no una persona con vida propia.
- Se hace la víctima. Todas sus malas elecciones son culpa de la mujer u otros.