Violencia Contra la Mujer
La violencia contra la mujer es toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, basada en una relación desigual de poder, cause por consecuencia un daño físico, psicológico, emocional, económico o sexual. Incluye las amenazas de tales conductas, la coacción o la privación de libertad, tanto en la vida pública como en la privada. La violencia contra la mujer atenta contra la dignidad, integridad y libertad de la mujer. El agresor tiene como objetivo controlar, manipular, degradar y humillar a la mujer.
La violencia contra la mujer se manifiesta de forma sistemática y podría calificarse como un tipo de tortura.
Violencia Doméstica Contra la Mujer
La violencia doméstica es el abuso de una persona en forma física, psicológica, emocional, económica, sexual o espiritual dentro una relación íntima o familiar. Una relación íntima o familiar incluye parentesco por consanguinidad o afinidad, matrimonios, uniones de hecho, y parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, en el cual la convivencia no es un requisito.
El maltratador utiliza un patrón de conducta que controla e intimada a otra persona y pone en peligro la seguridad o el bienestar de un miembro de la familia. La violencia doméstica incluye el maltrato infantil, abuso sexual y maltrato de la mujer. Toda violencia es un atentado contra la dignidad de la persona y una violación a los derechos humanos.
Abuso Doméstico
El abuso doméstico es un delito cruel y complejo que destruye la vida de la mujer y de los hijos. Este delito deja cicatrices físicas y emocionales que pueden durar toda la vida, y normalmente es cometido por las personas más cercanas a la víctima.
La violencia hacia la mujer y la violencia doméstica están caracterizadas por dos comportamientos principales por parte del agresor:
- Comportamiento de control – un patrón de actos diseñados para hacer que una persona esté subordinada y/o dependiente al aislarla de las fuentes de apoyo, explotar sus recursos y capacidades para obtener ganancias personales, privándola de los medios necesarios para la independencia, la resistencia y el escape y regulando su vida cotidiana.
- Comportamiento coercitivo – un acto o un patrón de actos de agresiones, amenazas, humillación e intimidación u otro abuso que se usa para dañar, castigar o asustar a su víctima.
Violencia Intrafamiliar
Es fundamental destacar que la violencia doméstica y la violencia hacia la mujer es un comportamiento aprendido. Los abusadores aprendieron a usar la fuerza observando a sus padres o familiares con ese comportamiento y también a través de sus propias experiencias. Cuando la fuerza fue usada para controlar a otras personas, hubo pocas consecuencias o ninguna. De esta manera aprendieron a someter y mantener bajo su poder y control a otras personas impunemente.
A veces la violencia hacia la mujer es perpetrada por un extraño. A diferencia de la violencia doméstica, la violencia por un extraño no implica una relación íntima y comprometida. Es un acto violento perpetrado una vez, donde la víctima no tiene que volver a verlo todos los días, recibir sus amenazas recurrentes, compartir la casa, negociar visitaciones con los hijos, etc. Es muy probable que la justicia actúe de inmediato y con más severidad a un acto violento singular de un extraño que un caso donde la víctima es maltratada con regularidad diaria.
El abuso contra la mujer se puede decir que es hasta apoyado por la ley ya que siguen existiendo prejuicios de género en el sistema judicial y en la sociedad. El sistema legal no protege adecuadamente la libertad y dignidad de la mujer, y al no condenar suficientemente al agresor, sigue apoyando la violencia contra la mujer.