Trastornos Psicológicos Causados por la Violencia Doméstica

Las mujeres que son víctimas de violencia doméstica suelen sufrir trastornos psicológicos a causa de la violencia experimentada.  Algunos síntomas o trastornos psicológicos pueden durar muchos años y hasta toda la vida, dependiendo de las experiencias vividas y del grado de tensión que la mujer fuera sometida.      

Estar expuesta a la violencia domestica aumenta el riesgo de sufrir afecciones de salud mental.  Algunos de los trastornos más comunes que experimentan las víctimas de violencia doméstica son la ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT).  Cuanto más tiempo se permanece en una relación abusiva, mayores son las consecuencias físicas y emocionales que se sufren.

Ansiedad

La ansiedad es una condición que produce intranquilidad, nerviosismo, temor o preocupación frente a una situación o persona.  Es una reacción normal al estrés y necesaria para sobrevivir ante la amenaza de ciertos riesgos, ya que pone a la persona en alerta. 

En las familias donde se ejerce violencia contra la mujer y/o los hijos, la ansiedad puede convertirse en un trastorno que interfiera con la vida diaria de la mujer e hijos y los incapacita para llevar a cabo las actividades diarias como ir a trabajar, asistir al colegio, pasar tiempo con familiares y amigos.  La ansiedad puede presentarse como un ataque de pánico repentino cuando no hay ninguna amenaza o puede estar directamente asociado a un evento especifico o persona, como un ataque del agresor a la víctima.  En la violencia doméstica, la víctima percibe la conducta de su pareja y las situaciones que la rodean como eventos incontrolables, generando altos niveles de ansiedad.  Esto lleva a la víctima a vivir con ansiedad crónica causada por las amenazas, el miedo y la agresión del maltratador. 

Los trastornos de ansiedad son enfermedades que afectan la mente.  De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos trastornos incluyen ataques de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y fobias.  Para superar los trastornos de ansiedad, los profesionales de la salud sugieren remedios ansiolíticos y terapias psicológicas. 

Depresión

La depresión es un trastorno emocional que afecta física y mentalmente la forma de sentir y pensar de una persona, causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.  Hay síntomas psíquicos y somáticos asociados a la depresión siendo estos los más comunes: la tristeza, baja autoestima, insomnio o exceso de sueño, falta de concentración, falta de interés, pesimismo, culpabilidad, ansiedad, problemas alimentarios, disfunciones sexuales, y otras molestias como dolor de estómago, diarrea, problemas digestivos, náuseas, y dolores de cabeza.

Padecer violencia doméstica produce un agotamiento emocional y físico intenso que afecta todo nuestro cuerpo y mente.  Los estudios realizados sobre la relación entre la violencia doméstica y la depresión informan que las mujeres que experimentaron maltrato por parte de su pareja, tienen el doble de riesgo de padecer depresión.  Un ambiente familiar hostil donde los gritos, abusos y discusiones son la normalidad puede llevar a la depresión de la mujer y los hijos de la pareja.  Los hijos son más vulnerables a desarrollar trastornos depresivos cuando crecen en un ambiente de agresividad y violencia. 

La violencia de género sigue avanzando de manera alarmante, causando la muerte de miles de mujeres y dejando sin madre a los menores.  La depresión y el terror que viven las víctimas de violencia domestica destruye su vida en todo sentido y llevan a una calidad de vida muy baja.  

Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que algunas personas desarrollan luego de experimentar un evento traumático, peligroso o doloroso.  Algunos de estos eventos pueden poner en riesgo la vida de la persona como lo son en casos de desastres naturales, una guerra, un accidente, o casos de abuso.  Otros eventos como la muerte inesperada de un familiar o un amigo, no son peligrosos, pero también pueden causar TEPT. 

Después de experimentar una situación traumática, es normal sentir miedo.  El miedo desencadena una respuesta de “lucha o huida”, que es la forma en que el cuerpo busca protegerse de posibles peligros.  Esto deriva a la liberación de ciertas hormonas que aumentan el estado de alerta, la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la respiración.  La mayoría de las personas se recuperan bien, pero las personas que sufren de TEPT se sienten estresados y asustados mucho tiempo después de que el trauma terminó. 

Es muy común que las mujeres víctimas de violencia domestica experimenten el trastorno de estrés postraumático con síntomas prolongados por muchos años.  Este trastorno puede provocar insomnio, pesadillas y miedos, como también enfermedades psicosomáticas como úlceras, gastritis, diarrea y dolores de cabeza.  Los síntomas de este trastorno deterioran todos los niveles de funcionamiento normal de la mujer.  Hay cuatro síntomas principales asociados al TEPT:

• Reviviscencia – síntomas relacionados con revivir el evento traumático.   Ejemplos incluyen tener pesadillas, volver a revivir la experiencia traumática, pensamientos aterradores.
• Síntomas de evasión – evitar lugares, eventos o personas que provoquen recuerdos del episodio traumático.   
• Síntomas de hipervigilancia – estar constantemente en modo de alerta, atenta al peligro.  La persona puede tener dificultad para dormirse o mantener el sueño, se irrita fácilmente, o se siente tensa o al límite.  
• Estado de ánimo negativo – consiste en cambios de las creencias y sentimientos de la persona que derivan a sentir culpa, perder interés en cosas que antes se disfrutaban, pensamientos negativos sobre uno mismo y el mundo, y problemas para recordar detalles del evento traumático. 

Algunos tratamientos para superar el TEPT son la terapia de conversación o medicamentos.  Es recomendable buscar un tratamiento adecuado con un profesional de salud mental.  Otros factores que ayudan a superar el TEPT incluyen el apoyo de familiares y amigos, aprender a responder eficazmente al miedo, y buscar alguna forma de superar el evento traumático. 

En realidad, Dios es el único que nos puede dar consuelo en nuestros sufrimientos.  Acercarse al Señor de todo corazón y ponerlo en primer lugar es primordial para empezar un proceso de sanación mental, emocional y física.  2 Corintios 1:3 nos dice “Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación”.   En su misericordia y amor, Dios proporciona consuelo a Sus hijos en todas las circunstancias.  Como nos dice el versículo 3, “Dios de toda consolación” nos enseña que todo consuelo proviene de Él.  El Señor es nuestra fuente de paz, felicidad y bendición.

2 Corintios 1:4 nos dice que con el mismo consuelo que Dios nos da, nosotros debemos consolar a otros que sufren.  Al igual que la gracia, el consuelo es un don activo y poderoso que no sólo se recibe, sino que también de comparte con los demás para avanzar en el reino de Dios.  Cuando damos consuelo a los que están sufriendo, glorificamos a Dios. 

Carina Vera